jueves, 13 de octubre de 2011

Confesión de una asesina

  Lo siento... No fue mi intención dañarte, fue un acto estúpido, sin motivo, sin razón. Me arrepiento, lloro tu ausencia y maldigo el extrañarte que me recuerda a cada minuto lo que hice. De nada me sirve arrepentirme, es imposible volver el tiempo atrás. No lo comprendo, eres mi ser y la mitad de mi alma, ERAS el que me recordaba quien soy, el que me animaba, el que me hacía vivir. Tu debías ser mi compañero de vida, juntos lucharíamos contra todo, o moriríamos en el intento, nosotros decidimos eso. Pero ese día algo pasó, me volví loca, hablé sin saber que decía y cuando volvi a mi, me vi sobre ti apuñalando tu corazon, fueron mil estocadas sin compasion, pude ver el dolor en tus ojos apagados. 
  De nada sirve que deje esta carta sobre tu lápida, no la podrás leer y jamás te enteraras lo importante que ERES para mi, porque nunca tuve el VALOR de decírtelo mirándote a los ojos.

~ Hubo un silencio eterno ~

  Ya viene la policía, se acabó el tiempo, eh muerto sin tí, mi esencia ha desaparecido, yo ya no vivo, soy solo un cuerpo errante en el mundo de los humanos, un cuerpo que no puede ponerse de pie porque la culpa de haberte asesinado es imposible de sostener. Me vieron y se acercan a mi. 
Te amo alma mía y me iré al mas allá a recordártelo.

~ Esa carta fue hallada sobre  una tumba, al lado del cuerpo de una mujer que yacía muerta producto de las 5 estocadas que se dio en el pecho... o al menos eso quería que todos creyéramos, porque yo se que el verdadero motivo de su muerte fue aquel veneno mortal que si no lo controlas a tiempo te mata, aquel veneno que algunos llaman amor.~

No hay comentarios:

Publicar un comentario